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domingo, 8 de julio de 2012

Bienvenida

efectos de la musica clasica que podemos observar

Ochoa Erazo
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ENTREVISTA

La persona que se encuentra a la izquierda de mi, es estudiante, su nombre es Magaly Ordoñez

*¿En donde estudias música clásica?
Conservatorio de Musica "Salvador Bustamante Celi" en la ciudad de Loja

*¿Cuanto tiempo llevas estudiando?
llevo estudiando aproximadamente 6 años,  empece mis estudios de música clásica a los 12 años.

*¿Que instrumento tocas y que te motivo a elegirlo?
toco el instrumento llamado viola, y lo elegí por que es un instrumento que tiene un sonido opaco comparado con el violín y la verdad me llamo mucho la atención cuando lo escuche las melodías y el romanticismo que se puede expresar en ella.

*¿Es bastante difícil ejecutar un instrumento?
ella nos comenta que para ejecutar un instrumento se tiene que tener mucha paciencia, pero para tocar y que la melodía llegue a otros se necesita aun mas paciencia.

*¿Que te motivo a estudiar música?
la verdad siempre admire la forma de como una persona puede entregarlo todo en un escenario con solo un instrumento y entonces tome la decisión de estudiar música clásica.

* Coméntame sentiste algún cambio , cuando empezó a estudiar música clásica.
bueno se siente un cambio radical en el carácter, yo ahora me siento mas tranquila no me enojo con facilidad  y puedo expresar todo lo que siento cuando toco, por ende ya no siento la necesidad de gritar a alguien ....
un cambio intelectual que pude apreciar en mi,es que desde los primeros meses y actualmente me tomo muy poco tiempo para aprender algo, ademas me concentro con mucha facilidad en mis estudios.

* ¿como realizas el estudio musical?
bueno mis clases son por la tarde y llego en la noche a practicar todo lo que aprendi concentrandome en cada una delas notas para que sean afinadas





sábado, 30 de junio de 2012


  •  Casi tres siglos antes de Cristo, Aristóteles escribió: "La melodía y el ritmo producen emociones de cualquier tipo...La música tiene poder para formar el carácter". Howard Hanson, un compositor prominente asociado con la Escuela de Música Eastman, declaró: "La música es un arte curiosamente sutil, con connotaciones emocionales innumerables y variadas. Está compuesta de muchos ingredientes y, de acuerdo con las proporciones de estos componentes, puede relajar o vigorizar, ennoblecer o vulgarizar; puede ser filosófica u orgiástica. Tiene poderes tanto para el mal como para el bien".

  • Cuando me refiero al término Música, lo hago en referencia a las partituras o a la composición en sí, no a la letra. Cabe aclarar que la mayoría del material que se expone aquí no llega desde una visión cristiana sino científica. Aclaro esto porque es sabido que una visión teológica del tema sería predecible, es decir, todos esperan que un predicador hable de la música rock como carnal y destructiva. Pero en este caso, la panorámica se contempla desde la ciencia secular. Por tanto, en relación a lo que se va a presentar a continuación, ellos mismos, el mundo, reconoce a partir de investigaciones clínicas, psicológicas, siquiátricas, etc., focalizadas en el área de la música y como ésta afecta al ser humano en su integridad, tanto física, mental y espiritual, que las notas musicales combinadas para un determinado propósito, pueden afectar el cuerpo, mente y espíritu humano de manera asombrosa.
  • La música se compone de ritmos. Los tonos, con los cuales construimos melodías y armonías, son producidos por vibraciones rítmicas (un cierto número de vibraciones por segundo produce una nota específica). De hecho, los primeros tres elementos de la música -la melodía, la armonía y la coloración tonal- son el resultado del arreglo y "calidad" de estas vibraciones rítmicas. Lo que usualmente llamamos "ritmo", incluye la agrupación de los tonos en "medidas" de música a la vez que el tempo o velocidad en que se tocan o cantan estas agrupaciones.


  • Un hecho interesante que puede darnos una comprensión más clara en cuanto a por qué la música tiene tanto poder sobre nosotros es que somos en esencia criaturas rítmicas. 
  • "Hay ritmo en la respiraciòn, el habla, el caminar, etc. Los hemisferios cerebrales estàn en un perpetuo estado de movimiento rìtimico dìa y noche". Debido a que la mùsica y los seres humanos son rìtmicos ambos, no es difìcil entender por què es que las personas expuestas a la mùsica comienzan a asimilar sus pulsaciones. Esta asimilicaciòn se demuestra por medio de movimientos de los pies o algùn tipo de movimiento. De esa manera el cuerpo altera automàticamente sus propios ritmos por el momento para sincronizar con los estìmulos externos. El secreto detràs de esta aparente manipulaciòn es que las "vibraciones de sonido que actùan sobre y a travès del sistema nervioso dan cargas en secuencia rìtmica a los mùsculos, lo que hace que se contraigan y produzcan movimientos en los brazos y manos, piernas y pies. Por causa de esta reacciòn muscular automática, muchas personas hacen algùn movimiento cuando escuchan mùsica".
siete efectos de la música 

1. Mejora el vocabulario. De acuerdo con una reciente revisión publicada en la revista Nature Reviews Neuroscience por Nina Kraus, de la Universidad Northwester (EE UU), durante el entrenamiento musical para tocar un instrumento se establecen conexiones neuronales que mejoran también otros aspectos de la comunicación humana. De ahí que los niños con formación musical tengan un mejor vocabulario y capacidad de lectura. También explica por qué los músicos son capaces de escuchar mejor una conversación cuando hay ruido de fondo que el común de los mortales. 

2. ¿Música de fondo? Tanto si reproducimos una canción de Lady Gaga como si optamos por un disco de música clásica, escuchar música mientras desarrollamos una tarea cognitiva -como estudiar o redactar un informe- reduce el rendimiento, según un artículo publicado hace poco en Applied Cognitive Psychology. Lo mejor en estos casos, dicen sus autores, es el silencio.

3. Ritmo para hacer deporte. Científicos de la Universidad de Brunel demostraron en 2008 que escuchar cierto tipo de música, fundamentalmente de los géneros rock y pop, podemos aumentar nuestra resistencia al ejercicio físico intenso hasta un 15%. El estudio fue publicado en la revista Journal of Sport & Exercise Psychology.

4. La música, por la izquierda. Según un estudio realizado hace unos años en las universidades de California y Arizona (EE UU) y publicado en Science, el oído derecho recoge mejor los sonidos del habla, mientras que el izquierdo, responde mejor a la música. "Incluso al nacer, el oído está estructurado para distinguir entre los diferentes tipos de sonidos y enviarlo al lugar correcto en el cerebro", concluía una de las autoras del estudio, Barbara Cone-Wesson.

5. Música y alcohol. La música alta en los bares incita a beber más alcohol en menos tiempo, según una investigación francesa difundida en 2008 por la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research. Además, cuanto más alto es el volumen de la música más rápido se consume la bebida.

6. Buena para la circulación. Científicos del Centro Médico de la Universidad de Maryland han demostrado que escuchar música puede beneficiar al sistema cardiovascular tanto como hacer ejercicio o tomar ciertos medicamentos. Concretamente, analizando la respuesta de los vasos sanguíneos con ultrasonidos mientras escuchamos música, Michael Miller y sus colegas comprobaron que el diámetro de los vasos, medido en la parte alta del brazo, aumenta un 26% con nuestra música favorita. En contraste, la música que calificamos como estresante hace que los vasos se contraigan un 6%. Los experimentos mostraron también que escuchando canciones que invitan a reír los vasos sanguíneos se dilatan un 19%, mientras que la música relajante produce una expansión del 11%. 

7. Con los ojos cerrados. Estudiando los cerebros de 15 sujetos con ayuda de resonancia magnética funcional, Yulia Lerner, de la Universidad de Tel Aviv, demostró el año pasado que cerrar los ojos aumenta el efecto emocional que nos produce la músca. Concretamente la doctora Lerner utilizó música de miedo del estilo de la empleada por Alfred Hitchcock en sus películas.Y comprobó así que la actividad de la amígdala, una zona del cerebro vinculada a la sensación de miedo, aumentaba mucho más con los ojos cerrados que si se mantenían abiertos.